1 Corintios 6:20

“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

El Señor dice que vivimos en un cuerpo bien valioso, pero que no es de nosotros. Estamos solamente rentando esta casa donde estamos viviendo.

Imagínate si tu tienes algo muy valioso. Tienes que cuidarlo y no hacerle daño.

Así es nuestro cuerpo, somos un flayer en vivo, somos un testimonio vivo y Dios nos rentó este cuerpo que tenemos para que podamos hacer el propósito que Él nos mandó a hacer aquí en la tierra.

Mientras tanto tenemos que cuidar esta casa, para darle honor al sufrimiento que Cristo sufrió antes y mientras estaba en la Cruz, Él padeció como un humano.

En este sentir debemos agradecer a Cristo porque Él compró todo con su sangre.

Vamos a cuidar el cuerpo para ser un testimonio y hacer más para Cristo siendo excelentes.

Nosotros podemos decirle a Dios: “Señor todo lo que me diste lo voy a cuidar” y Dios nos da honor y Él es glorificado.

No es una cosa del mundo, es cosa de Dios y vamos a cuidar y darle honor al nombre del Señor para que podamos enseñar al mundo que Dios en todo es glorificado.

Amén.