Salmo 91:2
“Diré del Señor: Él es mi refugio y mi fortaleza: mi Dios; en él confiaré.”
Dios nos ha dado el mayor regalo de todos: el poder de hablar la vida y no la muerte. Nos ha dado la capacidad de declarar la novedad de la vida y reajustar las cosas en tu vida; teniendo el poder de anular en todas nuestras peticiones.
Debemos estar atentos para asegurarnos de que somos positivos a diario y para compartir lo que ahora sabe con los demás. Es muy revelador sobre su visión y conocimiento de las promesas de Dios para usted y su familia.
Comprender el poder que tenemos en nuestro discurso es monumental en nuestro caminar con Cristo. Le abrirá su comprensión de quién es Dios realmente y su camino. Esa nueva forma de hablar cambiará su fe y confianza en Jesús. Tu fe hará milagros.