Salmos 24: 4-5

«El que tiene las manos limpias y un corazón puro, el que no ha elevado su alma a lo que es falso, tampoco ha hecho juramentos engañosos. Él recibirá una bendición de parte del SEÑOR, y la justicia del Dios de su salvación.”

Nadie es perfecto sólo Dios, y eso se ve desde el antiguo testamento.

Eso hace que nosotros seamos perdonados y libres en este mundo para estar parados frente al Padre.

Nada del lado de nosotros puede sacarnos de este lugar perfecto, porque estamos frente a Cristo, frente a sus ojos.

Él ya hizo todo y está frente al Padre para que seamos perdonados y pedirle en el nombre de su hijo lo que necesitamos.

El ambiente está un poco pesado, porque entramos en otro nivel, en otra posición, en una doble porción de los 21 días y el diablo no está contento, él no está para cambiar nada, no puede.

Estamos al frente del Padre y Él nos va a dar la respuesta a lo que necesitemos.

Vamos a orar y sanar con nuestras manos y vamos a darle gracias por la salvación ya que sólo en Cristo podemos tener las manos limpias.

Amén.