Salmos 62:7-8
“En Dios está mi salvación y mi gloria: En Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio. Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de Él vuestro corazón: Dios es nuestro refugio (Selah.)”
Él es; ese es Dios y su carácter. Él quiere ser grande y fuerte para ti.
Él quiere ser tu salvación, Él murió porque quería ser tu salvador, Él quiere ser quien es, por eso hizo lo que hizo, sufrió en el calvario, murió y resucitó, se levantó de la muerte, no se quedó ahi para que pudiésemos decir ‘la resurrección es el dia de nuestra victoria’.
Él es quien puede salvar, sanar, romper, levantar, abrir y cerrar; Él es Dios. Solo Dios tiene todo en sus manos y en su control pero cuando derramas tu alma frente del altar.
El verso anterior a éste dice que Él es tu roca, la gloria de toda la gloria, que Él es Dios y no hay nada ni nadie más grande que Él. Él es más grande que el cielo que vemos todos los días, donde podemos levantar los ojos y mirar que no hay un principio ni un fin; no sabemos cómo, solamente sabemos que tenemos un cielo; pero Dios es más grande que ese cielo.
No importa lo que estés pasando puede ser grande como el cielo, recuerda tenemos un Dios a quien le servimos que es más grande que el Cielo. Él es Dios.