Galatas 2:20
«He sido crucificado con Cristo [es decir, en Él he compartido su crucifixión]; ya no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí. La vida que ahora vivo en el cuerpo que vivo por fe [al adherirme, confiar y confiar completamente] en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Hoy otra vez Dios está hablando de la fe pero ahora nosotros estamos viendo y creyendo.
El punto importante aquí es que ahora vivimos una vida diferente, ya no vivimos en el pasado sino en el futuro, vivimos para Cristo en fe, sabiendo que somos nuevas criaturas.
El efecto de la Cruz es más que suficiente, un cambio grande pasa y debemos creer y saber que el Espíritu Santo puede cambiar una persona totalmente.
Cuando el Señor nos cambia podemos sentir ese cambio que el Espíritu Santo nos da cuando hacemos la oración de fe, somos totalmente diferentes, no somos los mismos de siempre.
Por la gracia de Dios, Él nos da este regalo a todos los que creemos y tenemos fe para decir: “yo creo en Cristo, yo se que Él murió en la cruz, ahora soy una persona nueva totalmente, el poder de la Cruz es más que suficiente para sacar el hombre viejo y poner al hombre nuevo, yo se que ahora vivo para Cristo en poder y victoria que esta es una promesa de Dios y la vivo como Él dice.
Amén.
